EL LEÑADOR
Había un leñador que se afanaba sin descanso por cortar un árbol grueso.
Tenia el hacha amellada y, a pesar de su esfuerzo y de que prácticamente no paraba ni un segundo, su trabajo no avanzaba.
Pasó por allí un campesino y le dijo:
- Tú hacha está amellada: ¿Por qué no la afilas?
El leñador le miro solo un momento con su rostro agotado y le dijo:
- No tengo tiempo para es, tengo que cortar todos esos árboles y no puedo perder ni un minuto.
Conozco educadores que dicen que ellos no tienen tiempo para enseñar a leer y a escribir a sus alumnos, que deben pasar la materia y cumplir los objetivos. Son como el leñador del hacha amellada. ¿A caso es posible avanzar en un aprendizaje significativo y autónomo sin saber leer y escribir.
Pérez Esclarín 1999.
Lcda. Miriam Peña Msc
Para comentarlo con los docentes DEL CIRCUITO 3 y bachilleres de la UJGH
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