jueves, 5 de septiembre de 2013


La didáctica y los procesos metodológicos.


La Didáctica amplía su propia perspectiva del saber integrando en la construcción del método de enseñanza-aprendizaje las características, peculiaridades y procesos singulares que con carácter general utiliza el método científico en la elaboración del conocimiento, pero adecuándolo a su propio objeto. Su diferenciación es la que caracteriza al método didáctico como distinto del heurístico, pero en su avance interdisciplinar necesariamente ha de ser entendido como indagador y reflexivo, es decir, su avance y consolidación requiere aplicar algunas de las exigencias del método científico y de la práctica artística. Esta segunda caracterización nos liga a los procesos transformadores y específicos del avance interdisciplinar y a una nueva identidad «formativo-artística», que representa un estilo generador de saber y hacer plenamente abierto, intuitivo-profundo y contextualizador-situado.

Los temas posteriores pondrán de manifiesto la evolución del conocimiento didáctico, estrechamente ligado a la génesis y asentamiento de los procesos generadores de nuevas decisiones formativas en el centro, aula y ecosistema envolvente.

¿Qué ha significado para la mejora de la enseñanza la formalización de la Metodología Didáctica?

El saber formalizado del método lleva a Herbart a replantear su papel indagador y transformador, consolidando una tipología formalizada, que se asienta en los procesos asociativos, en la complejidad creciente del aprendizaje y en el rigor lógico, que recuerda desde la estructura más clásica o argumentación retórica, las disputas y controversias propias de los últimos momentos de la escolástica. Sin embargo, estos intentos de excesiva estructuración contrastan con la máxima creatividad o ausencia de toda formalización en el saber metodológico.
La visión que podemos argumentar se concreta en esquemas con sentido que pueden servir para fundamentar la Didáctica desde la complementariedad de métodos y principios de saber, adaptados a la vez a las exigencias de la nueva cultura y al conocimiento académico a la evolución de la sociedad tecnológico-virtual y los retos de la continua incertidumbre.


La Didáctica en su asentamiento socio-contextual difícilmente se comprende desde la formación de los maestros y maestras, si no se liga al desafío de cada educador/a para construir un sistema metodológico específico y fecundo, que caracterice su estilo docente y facilite la educación de cada estudiante.

La Didáctica ha de devolver al profesorado su capacidad reflexivo-transformadora y comprender la amplitud y complejidad de las decisiones docentes en contextos institucionales, estrechamente ligados a la vivencia profunda que de sí mismo tiene y al conjunto de opciones y decisiones que razonadamente ha de adoptar para generar escenarios de formación y satisfacción integral de los estudiantes, en contextos pluriculturales.

El sistema metodológico es un componente nuclear del proceso de enseñanza-aprendizaje dado que en él se hace realidad una interacción fecunda y un marco de relaciones sociales singulares al trabajar la materia-saber interdisciplinar, ligado a la vivencia y expectativas de los estudiantes como seres irrepetibles y abiertos a un mundo en plena y continúa mejora.


 
La Didáctica, ciencia y arte de la enseñanza y del estilo de aprendizaje más formativo, se hace realidad en la transformación y adecuación cultural e interdisciplinar, generando un modo nuevo de entender las interacciones entre los agentes del aula y replanteando tanto el papel social y transformador del conocimiento, como el significado formativo y generador de nuevos desafíos como la interculturalidad. La Didáctica necesita culminar los proyectos y procesos reflexivos que en cada aula y centro se diseñan para dar un sentido institucional al proceso de enseñar y aprender en plena complementariedad.

La Didáctica ha retomado el currículum como objeto de análisis y proyección de la acción formativa en el aula y centro, a la vez que valora su compromiso con la práctica y las actuaciones institucionales con gran apertura al medio y al desarrollo sostenible. La Didáctica subraya algunas de las finalidades y componentes esenciales del saber curricular, ampliando su sentido y valor interdisciplinar para comprender en su globalidad el proceso de enseñanza-aprendizaje entendido como núcleo de la proyección social e investigadora de la Didáctica, como disciplina innovadora y clarificadora de vivencias, sentido y mejora integral del conocimiento y la acción formativa en los centros y en las comunidades.

 

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